Así lo ha puesto de manifiesto la directora ejecutiva del CERMI, Pilar Villarino, durante la clausura de la Jornada ‘El Eurotaxi, un medio de transporte en peligro’, organizada por el CERMI, que ha tenido lugar este jueves en la sede del Ceapat.

 

Villarino ha señalado que esta jornada se enmarca en la labor de incidencia política del CERMI y como parte de una serie de acciones para mejorar “uno de los medios de transporte básicos para el sector”. A partir de las conclusiones de la jornada, ha explicado, se pondrá en marcha un plan de acción y se elaborará un modelo de ordenanza municipal que, a través de la FEMP y las organizaciones de la discapacidad, se adopte por parte de las corporaciones locales y “se consolide un servicio a gusto de todos”.

 

Por su parte, el director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ignacio Tremiño, ha destacado la transformación que se ha producido en el ámbito del Eurotaxi en los últimos años. Además, ha subrayado que Madrid es una de las ciudades más accesibles de Europa también en el ámbito del transporte y sin embargo, ha lamentado, el Eurotaxi “lo hemos dado por derecho adquirido”.

 

Desde su punto de vista, el Eurotaxi “no va a morir porque responde a una demanda social y eso hace que su futuro esté garantizado”, pero, ha puntualizado, “es necesario que usuarios y profesionales hagan un esfuerzo por entenderse”.

 

Asimismo, el director de Accesibilidad Universal de Fundación ONCE, Jesús Hernández, ha señalado que el objetivo es conseguir un “taxi para todos” y un “modelo de negocio rentable que ofrezca mayor calidad y seguridad, sea más innovador y permita a los usuarios viajar de forma confortable y a los ayuntamientos dar un servicio a sus ciudadanos”. Se trata, ha dicho, “de un servicio en peligro de extinción”, por lo que ha apostado por “trabajar conjuntamente” para solucionar los problemas existentes.

 

Durante la tarde, Joaquín Serrano de la Fuente, presidente de la AFYT-PMR Asociación de Empresas de Adaptación de Vehículos) ha abordado los nuevos modelos y la modernización de la flota de taxis adaptados. En esta línea, ha señalado que la tendencia actual es hacia vehículos “que no son todo lo confortables que deberían ser”. En este sentido, ha asegurado que “la apuesta actual hacia los nuevos modelos es escasa” en España, ya que, ha incidido, “hoy en día somos talleres montadores de productos que se compran en países europeos” y ha dejado claro que el futuro “pasa por los vehículos industriales”.

 

 

Durante la mesa redonda ‘La situación en los distintos territorios. La visión de las organizaciones de usuarios’, Fran Sardón, presidente de Predif y CERMI Castilla y León, se ha preguntado “quien tiene que hacerse cargo del sobrecoste que supone el desplazamiento de las personas con discapacidad” y ha dejado claro que “no pueden ser las personas con discapacidad porque esto vulneraría la igualdad de oportunidades”. Además, ha lamentado la dispersión existente entre comunidades en lo que se refiere a tipo de servicio y coste.

 

Manuel González, presidente  del CERMI Extremadura ha asegurado que en Cáceres más de la mitad de los taxis necesitarán en dos o tres años renovar sus vehículos y los taxistas no pueden hacer frente a los sobrecostes de adaptación. Desde su punto de vista, el sector del taxi no puede prescindir de ayudas públicas y, ha subrayado, se trata de una cuestión de voluntad política.

 

En esta línea, Javier Miranda, presidente del CORMIN Navarra, ha lamentado que desde hace cuatro años no exista en Navarra financiación para las adaptaciones de vehículos.

 

Asimismo, Luis Molina, representante del CERMI Aragón ha señalado que en Zaragoza, administración, usuarios y taxistas “van siempre de la mano” en este ámbito y gracias a este entendimiento y, a través de distintos convenios, se ha puesto en marcha una experiencia piloto, el proyecto ZTaxi Accesible, para mejorar la calidad de vida y los servicios que recibe el colectivo de personas con movilidad reducida.

 

El sistema consiste en que la persona con movilidad reducida paga, con tarjeta ciudadana, un mínimo similar al coste del autobús para discapacitados (0,74 euros), siempre que la carrera no supere los 10 euros (o 12, en sábados, domingos y festivos). El Ayuntamiento sufraga el coste, pero, ha explicado Molina, la Cooperativa de taxis se compromete a incorporar siete taxis al año.